Hace tiempo que sentí la necesidad de tener un espacio donde poder escribir todo lo que hay detrás de una de mis fotos. Más de uno se ha animado a decir que se acerca a la performance, por lo aparatoso que resulta a veces la construcción de uno de estos universos rectangulares.
Lo cierto es que no es una fotografía al uso, hay que componer, comprar y trasladar los materiales y exponerse. Al ser una fotografía de exteriores, lo que sea, hay que hacerlo muchas veces a la vista de los demás. Se trata del trabajo más íntimo y personal, entregado al mundo, germinado en el mundo y para todo el mundo.
El periodista Javier Gomá Lanzón planteaba, reflexionando sobre la vocación, la siguiente cuestión: “Por qué determinadas personas dedican las mejores horas del día, los mejores días del año y los mejores años de su vida a producir algo que nadie les ha pedido, sin que el éxito social, los requerimientos de la conciencia, el anhelo de fama o el enriquecimiento económico constituyan nunca la motivación principal”.
Espero con este blog poder explicar, sesión tras sesión, por qué vuelco todas mis energías, todo mi tiempo y buena parte de mis pensamientos, emociones y sentimientos a la fotografía. La construcción de mi propio universo ocupa gran parte de mi capacidad creativa. Es una realidad paralela en la que vivo, de la que vivo y por la que vivo.